miércoles, 13 de julio de 2011

35 años de Títeres Gira-sol

Títeres Gira-Sol cumple 35 años de trayectoria ininterrumpida. Su reconocida labor artística ha sido ampliamente valorada dentro y fuera de fronteras, una labor que nunca ha dejado de lado su inquebrantable compromiso social. En esta época de grandes cambios, donde en el mundo se cuestionan profundamente los vetustos paradigmas, donde se ponen en duda los sistemas y las sociedades, la realidad nos muestra con desnuda crueldad sus fallos y contradicciones nos presenta su última obra de Titeres para adultos

"Alias Simón Rondán, La historia no oficial de Martín Aquino"
Viernes 21 y 28, Sábados 22 y 29 de octubre 21:30 hrs
Teatro Victoria

Quien no se entrega siempre vuelve una y otra vez...

Quien no se entrega siempre vuelve una y otra vez...
Títeres Gira-Sol se presenta en el Teatro Victoria los días viernes 21 y 28, sábados 22 y 29 octubre 21:30 hrs con su creación de títeres para adultos: 
Alias Simón Rondán, la historia no oficial de Martín Aquino
Una historia que solo puede ser contada por las cosas más sencillas...



lunes, 18 de abril de 2011

Una historia contada por las cosas más sencillas

El texto escrito por Gustavo “Tato” Martínez sobre la vida de Martín Aquino, es una obra teatral de 50 minutos de duración, de lenguaje llano, poético y no exento de humor. Relata una historia real y épica, donde se recrean los hechos y se abre un espacio a la reflexión. Participan del espectáculo títeres, actores y músicos en vivo. El relato recorre en forma ficcional la biografía de un uno de los personajes más controversiales de la historia social del Uruguay de fines del siglo XIX. La libertad y la justicia social, la guerra y la ley, las autoridades y las apetencias personales, la pobreza y el crimen, son temas que se plantean/cuestionan en este espectáculo. La puesta en escena apela a la sencillez, ésta es “una historia que solo puede ser contada por las cosas más sencillas…” (nota del autor).
La escenografía  es de claro perfil minimalista. Los elementos cotidianos de un rancho de la  época son los disparadores de la memoria, nos cuentan “su historia”, cambiando su uso y transformándose mágicamente en otros elementos. Una simple mesa pasa a ser la cama de una parturienta, luego la zona de guardia de un soldado, más adelante el escritorio de un comisario, finalmente un rancho donde emboscan a Martín Aquino. Las “cosas sencillas” nos transmiten su energía, su sonoridad, su espíritu, y complementan el texto.
El espectáculo incorpora  a la puesta el video. Sobre un telón de fondo, se proyectan imágenes y filmaciones,  que ilustran y dan clima a las escenas.
Los actores/titiriteros se desdoblan en sus funciones, pasando constantemente la delgada línea que separa el personaje vivo en escena y el manipulador que cede vida a la marioneta. Las técnicas que se utilizan son variadas: mano, guante, sombras, varilla, bastón, hilo. La banda de sonido es original y especialmente creada para este espectáculo. Elaborada sobre ritmos campesinos, impregna de sensaciones y sentimientos el ambiente, acompañando el relato y reafirmando el sentido de la obra.
La forma dada a sus contenidos, hace que el espectáculo sea apto para todo público.


Títeres Gira-Sol tiene algo que decir

No fueron aisladas las revueltas de los barrios periféricos de Francia del año 2007, ni el saqueo de supermercados en Buenos Aires del 2002. No es casual la rebelión social del norte de África, ni el desafiante desacato de los “afavelados” brasileros. Incluso, no podemos caer en el error de concebir como extraño a este movimiento de orden mundial,  el clima de inseguridad y la violencia reinante en amplios sectores de nuestra propia sociedad uruguaya. Hoy los reclamos sociales no tienen fundamentos filosóficos, no recorren los caminos políticos, pues son la expresión del  cansancio de generaciones y generaciones. Las que durante décadas se han retroalimentado de hastío, de humillación y de abandono. Hoy, los desamparados de siempre se expresan mediante la violencia, actúan, reclaman, protestan, toman sin pedir permiso, saquean… cambian gobiernos.
Y para tomar conciencia, o por lo menos, ofrecer un motivo que oficie de idea disparadora y que nos permita reflexionar sobre ésta realidad, Gustavo “Tato” Martínez, apela a una metáfora. Nos propone conocer la vida de Martín Aquino, un “bandolero rural” de la campaña uruguaya de fines del siglo XIX.  La distancia histórica  y la particularidad del personaje, refuerzan la identificación de un conjunto de causas, que llevan a un hombre pobre, un niño que participó en una guerra fratricida, a rebelarse contra la miseria y la injusticia, desafiando el poder y usando la violencia como respuesta a la violencia de una sociedad que nunca se ocupó de él.





¿El último matrero?

En un rancho, en mitad del escenario una mesa, una palangana, un zapallo, un poncho, una horqueta de madera, una escoba de chircas, unas tapas de olla….
Entran los actores, y comienzan un juego escénico con los elementos. Poco a poco va surgiendo el relato acompañado por una música que lleva a la escena hacia un estado onírico. El espacio se va modificando,  y de repente surge una mujer a punto de dar a luz, ahora la mesa es la cama del parto. Nace un niño, pobre y con un solo apellido, Martín Aquino, que comienza a andar, y siendo casi un niño va a la guerra con “los blancos” de Saravia. Estaba en el bando perdedor y debe retornar a su mísera vida, para sobrevivir se enrola en la policía, pero su espíritu “orejano” lo lleva a desertar.  Allí comienza su vida independiente, sin patrón ni líder, en busca de su libertad económica y personal. Los hechos y la mala suerte lo van condicionando, y por diferencias de dinero Martín Aquino tiene su primer muerto. Los trascendidos de sus aventuras, sus espectaculares huídas, las persecuciones, las emboscadas y las traiciones, hacen que el pueblo se identifique con sus ansias de libertad y su actitud desafiante con la autoridad. En el entorno van surgiendo los intereses electorales de algunos caudillos de la época, la manipulación política y la corrupción policial. Martín Aquino, alias Simón Rondán, representa el antihéroe, es un grito de protesta contra la miseria y la injusticia.

Finalmente se produce la última emboscada en el rancho de la mujer que Aquino ama. Entre el  fuerte olor a pólvora,  Martín Aquino se defiende, se desgañita, no quiere perder lo único que tiene, su libertad.
A los 27 años (5/3/1917) y luego de una década de persecución, muerte, cárcel y traiciones, es cercado por las fuerzas policiales. Luego de resistir antes de entregarse, se auto elimina, como un último acto de irreductible rebeldía.
Lo llamativo de sus muertes es que nunca las fue a buscar, todas ellas se dieron en encuentros donde trataban de apresarlo.
Martín Aquino fue un joven donde el destino conjugó una derrota política militar de un pueblo en armas, y un cambio de siglo de re acomodo político y social al cual Pedro Barrán lo denominó "El disciplinamiento"


La rebeldía Arisca y primitiva sigue suelta....

Para el imaginario porpular Martín Aquino se convirtió en el ejemplo de rebeldía
Oficialmente se lo mostró como el ÚLTIMO MATRERO...
Pero la rebeldía arisca y primitiva SIGUE SUELTA!

Ficha Técnica

Autor: Gustavo “Tato” Martínez
Actores/titiriteros: Raquel Ditchekenian, Susana Hernández y Gustavo “Tato” Martínez
Música original: Maximiliano Silvera  http://www.zincsound.com/
Música en vivo: Letizia Tazzi / Andrés Cuello
Imagen corporativa y Diseño general: Roberto Cancro - robertocancro.bllogspot.com
Diseño de muñecos: Raquel Ditchekenian
Filmación y edición de video: Guillermo Kloetzer
Producción ejecutiva: Títeres Gira-Sol http://www.titeresgirasol.com/
Producción comercial: Danilo Urbanavicius y Ernesto Navia
                                            Email: martin.aquino.produccion@gmail.com
 Agradecimientos: Ariel Mastandrea, Mauricio Ubal, Comisión Nacional de Cultura del Pit Cnt.

Contacto

Ernesto Navia 099 223 021
Danilo Urbanavicius 098 745 227
martin.aquino.produccion@gmail.com

Viernes 21 y 28, Sábados 22 y 29 21:30 hrs Teatro Victoria